Mostrando entradas con la etiqueta El gato del cerro. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta El gato del cerro. Mostrar todas las entradas

8 de junio de 2012

Para que no amen

—Jon, ¿te has preguntado alguna vez por qué los hombres de la Guardia de la Noche no toman esposa, ni engendran hijos? —inquirió el maestre Aemon.
—No. (...)
—Para que no amen —respondió el anciano—. Porque el amor es veneno para el honor, es la muerte para el deber. 

Pyp - Canción de Hielo y Fuego
George R. R. Martin

6 de junio de 2012

El médico, Noah Gordon

Título: El médico
Autor: Noah Gordon
Nº de páginas: 800 págs.
Editorial: Roca Bolsillo
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 8422626861
Precio: 10 €
Sinopsis: Esta arrebatadora novela describe la pasión de un hombre del siglo XI por vencer la enfermedad y la muerte, aliviar el dolor ajeno e impartir el don casi místico de sanar que le ha sido otorgado. Arrastrado por esa pasión , recorrerá un largo camino que le conducirá, desde una Inglaterra en la que domina la brutalidad y la ignorancia, a la sensual turbulencia y el esplendor de la remota Persia, donde conocerá al legendario maestro Avicena, que está experimentando con las primeras armas de la medicina moderna. Diez siglos han transcurrido desde aquel entonces, pero el talento narrativo de Noah Gordon, autor de El último judio, El rabino y otras muchas novelas inolvidables, hace de este viaje iniciático una experiencia única que convierte la historia en vida real.

"Life is glorious, but it can be counted on to be cruel."

Opinión:

Minuciosa recreación histórica, El médico cuenta los viajes por medio mundo de Rob Cole a la vez que trata otros viajes mucho más íntimos, como la madurez o la búsqueda de la realización personal. Este libro supuso el salto a la fama de Noah Gordon, manteniéndole en el estante de los más vendidos hasta su libro más reciente; La Bodega (2007), que recuerdo llenándose de arena en muchas toallas hace un par de veranos.

Acabo de releerlo por segunda vez, y me apetecía mucho hablar de él. La primera vez que cayó en mis manos estaba en cuarto de la ESO, pasando un momento delicado que seguramente ayudó a que me enganchara más de lo normal. Lo acabé en un par de días para pasar al segundo libro de la trilogía (El Chamán), y de ahí al tercero (La doctora Cole) hasta tenerlos todos acabados en menos de una semana. Haciendo honor a la verdad, cada entrega va perdiendo un poco de frescura respecto al anterior, lo que no les impide ser unos libros aceptables por sí mismos.

En cuanto al libro, todo lo que diga quedará corto. Si hace un par de semanas Vuelapluma decía en una de sus reseñas que El Temor de un Hombre Sabio era el verdadero arte de contar historias, yo no podría decir menos de esta pequeña joya. A pesar de que pueda parecer un tocho en un primer momento —que lo es, no os voy a engañar— las páginas van desapareciendo una tras otra rápidamente, formando parte de esa élite que echas de menos cuando ya no te quedan.

Desde los verdes campos irlandeses hasta una seca Persia, pasando por cordilleras nevadas; Noah Gordon ofrece fotografías nítidas, diálogos cuidados y una acción que, muy lejos de ser frenética, no resulta nunca aburrida ni hace perder el hilo. Es una lectura sencilla, apta para todo el mundo.

No quiero destripar el argumento más de lo que hace la síntesis. De hecho no creo que pueda tocarlo sin estropearos la experiencia... A pesar de ello voy a quejarme un poco del final para no volverme demasiado sentimentalista. Me parece la peor parte del libro, dejado a medias para poder seguir amasando billetes con las dos continuaciones, innecesarias si Gordon hubiera querido acabarlo realmente bien. Seamos sinceros, tendría que haber matado a los personajes (todo libro gana con varios muertos, y más aún si son los protagonistas) y entonces le habría dado su merecido diez. Tengo debilidad natural por los Romeos y las Julietas que acaban bajo tierra.

A pesar de ello un mast-jaf, imprescindible o como queráis llamarlo. Dad una oportunidad a los escritores de ojos azules.

Y además:

Secreto de cinéfilos: corre la noticia de una adaptación al cine más de 25 años después del lanzamiento del libro. Ben Kingsley (el calvo de La lista de Schindler), Tom Payne, Olivier Martinez y Stellan Skarsga bajo la dirección de Philipp Stoelzl. No hay avance todavía, en cuanto esté disponible actualizaré la entrada. Por favor, leed el libro antes de que lo estropeen... O peor, que se vuelva mainstream.

Nota:
9/10 No os acostumbréis a ver tantas llamas

17 de marzo de 2012

Viaje al optimismo, Eduard Punset

Título: Viaje al optimismo
Autor: Eduardo Punset
Nº de páginas: 280 págs.
Editorial: Destino
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788423345663
Sinopsis: «El pasado fue siempre mejor, y no hay duda de que el futuro será mejor». Ese mensaje orienta el Viaje al optimismo al que nos invita Eduardo Punset. Los constantes avances científicos, que recorremos con el autor, justifican abordar con entusiasmo el futuro. En este viaje, Punset desmiente que la crisis sea planetaria, proclama la obligada redistribución del trabajo mientras la esperanza de vida aumenta dos años y medio cada década, y recuerda que ya no es posible vivir sin las redes sociales. Hoy, afirma, «la manada reclama el liderazgo de los jóvenes», es más necesario que nunca «aprender a desaprender» y debemos asumir que la gestión de las emociones es una prioridad inexcusable.
 "Nos sobran razones para pensar en un futuro mejor."
Opinión:

Tras una sinopsis que no hace justicia al libro, y que parece más el reclamo publicitario de un plan de pensiones de cierto banco, se esconde una de las lecturas que más me ha hecho disfrutar en los últimos meses. Tirón de orejas para el editor, más aún cuando vas encontrando las mismas frases según avanzas en la lectura, que han sido copiadas tal cual para rellenar la contraportada.

Sociología, genómica, biología, química, psiquiatras y psicólogos hacen su particular desfile por la privilegiada cabeza de Punset, que los usa como piezas para construir su castillo particular. El optimismo —asegura— es necesario desde la evolución de la especie, que ha ido perfeccionando y modelando al individuo a mejor durante siglos. No hay ningún motivo para augurar un futuro peor que el pasado, ya que no ha sido así en toda la historia. Eduardo acerca desde su estilo cercano un mundo de descubrimientos y avances científicos, respondiendo a cada pregunta minuciosamente para abrir dos más a continuación. 

Los famosos experimentos absurdos de las universidades de Newcastle-Massachusetts-Berkley-California y un largo etc. quedan en un segundo plano cuando Punset, desde su experiencia personal, cuenta sus estimaciones apoyándose en científicos de renombre y en sus investigaciones, que una vez explicadas cobran sentido para un objetivo mucho más global. La curva de mejora de la humanidad es innegable vista desde la perspectiva adecuada, de miles o incluso millones de años. Vamos a mejor, de eso no hay duda.

No es un libro de autoayuda en ningún aspecto. Sus pretensiones se limitan a divulgar el conocimiento sin trama y sin final. Y hay que reconocer que eso Punset lo hace realmente bien. Puede ser digerido como un artículo extenso o ser paladeado, hace al lector pensar (si se ofrece a ello) y trasciende de la simple moralina optimista.  Una obra práctica, que abarca un interesantísimo campo desconocido para la mayoría de un modo brillante.

En la misma editorial Eduardo ha publicado otros libros, entre los que —en mi opinión, por supuesto— destacan dos: Viaje a las emociones, que explica los sentimientos desde un punto de vista empírico y El viaje al poder de la mente, en el que hace lo mismo con el cerebro. Muy recomendados ambos.


Nota:
8,5/10 Muy interesante




6 de febrero de 2012

elgatodelcerro

Pues aquí está el yo del que os advertían. Me llamo, y realmente no importa cómo porque suelo cambiar el nombre cada cierto tiempo. Tengo diecisiete años y soy un proyecto de todo, un trozo de carne con la suficiente consciencia para sobrevivir poco a poco.

Me gusta leer para aprender a escribir, el cine —en casa y sin palomitas— , la fotografía, la música y los gatos. Andar solo por Madrid, fijarme en la gente e inventarme sus vidas. Tumbarme en el césped de Plaza de España mientras veo a la gente correr de una punta a otra, subir a las azoteas y separarme del mundo. La ironía, el pesimismo, el negro y el blanco, el número cero y el número uno. Las salas alternativas de música, de teatro o exposiciones, y la soledad, y la noche.

Soy un incondicional de Russian Red, Iván Ferreiro, Love of Lesbian, Micka Luna, Lyona y demás personajes extraños que me acompañan en épocas no demasiado buenas y en insomnios no demasiado infrecuentes.

Con la luz destroza-ojos de la cama leo todo lo que pasa por mis manos, casi siempre a horas intempestivas. Ahora muere poco a poco Marcel Proust, que acabará junto a Orwell, Marx, Adam Smith, Platón, Reverte y Tolkien. También, por qué negarlo, me dejo caer de tarde en tarde por algún libro recomendado que de otro modo no me despertaría el más mínimo interés: fue el caso de la trilogía de los Juegos del Hambre que leí la primera quincena de enero. Me abstengo de comentar nada sobre este libro; Vuelapluma ya se encargará de saturaros cuanto sea necesario.

Si me pongo a hacer memoria el primer recuerdo de lo que puede llegar a considerarse un libro fue Harry Potter, que me regaló una amiga cuando cumplí seis inocentes años. Luego vas creciendo, y te das cuenta de que un alohomora no te abre ninguna puerta, y te toca madurar y todas estas cosas tan incómodas y desagradables. Empiezas a suicidarte y, en algún momento de tu vida, abres un blog. Como si a alguien le importara tu vida.


LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...