6 de febrero de 2012

elgatodelcerro

Pues aquí está el yo del que os advertían. Me llamo, y realmente no importa cómo porque suelo cambiar el nombre cada cierto tiempo. Tengo diecisiete años y soy un proyecto de todo, un trozo de carne con la suficiente consciencia para sobrevivir poco a poco.

Me gusta leer para aprender a escribir, el cine —en casa y sin palomitas— , la fotografía, la música y los gatos. Andar solo por Madrid, fijarme en la gente e inventarme sus vidas. Tumbarme en el césped de Plaza de España mientras veo a la gente correr de una punta a otra, subir a las azoteas y separarme del mundo. La ironía, el pesimismo, el negro y el blanco, el número cero y el número uno. Las salas alternativas de música, de teatro o exposiciones, y la soledad, y la noche.

Soy un incondicional de Russian Red, Iván Ferreiro, Love of Lesbian, Micka Luna, Lyona y demás personajes extraños que me acompañan en épocas no demasiado buenas y en insomnios no demasiado infrecuentes.

Con la luz destroza-ojos de la cama leo todo lo que pasa por mis manos, casi siempre a horas intempestivas. Ahora muere poco a poco Marcel Proust, que acabará junto a Orwell, Marx, Adam Smith, Platón, Reverte y Tolkien. También, por qué negarlo, me dejo caer de tarde en tarde por algún libro recomendado que de otro modo no me despertaría el más mínimo interés: fue el caso de la trilogía de los Juegos del Hambre que leí la primera quincena de enero. Me abstengo de comentar nada sobre este libro; Vuelapluma ya se encargará de saturaros cuanto sea necesario.

Si me pongo a hacer memoria el primer recuerdo de lo que puede llegar a considerarse un libro fue Harry Potter, que me regaló una amiga cuando cumplí seis inocentes años. Luego vas creciendo, y te das cuenta de que un alohomora no te abre ninguna puerta, y te toca madurar y todas estas cosas tan incómodas y desagradables. Empiezas a suicidarte y, en algún momento de tu vida, abres un blog. Como si a alguien le importara tu vida.


5 de febrero de 2012

Vuelapluma

¿Quién narices es Vuelapluma? Bueno, esa es una pregunta difícil que ni yo misma he conseguido contestar aún, por lo que de momento tendrás que conformarte con unos cuantos datos sin ningún orden ni conexión aparente entre ellos:

Si eres algo observador/a ya habrás deducido que soy una chica, de unos casi 18 años. Y soy estudiante de ciencias, para que se os vayan quitando los prejuicios (a nosotros también nos gusta la literatura). Mi nombre real se esconde tras mi seudónimo y si tienes interés no te costará mucho averiguarlo. Tampoco eso importa realmente. Mi color favorito es el verde (algo evidente). Me gusta leer, aunque eso ya lo sabías, porque si no, ¿habría empezado acaso este blog? Corrijo: me encanta leer. Ante todo literatura fantástica. Muchas son las sagas con las que he crecido y que he devorado más de una vez: Harry Potter, Memorias de Idhún, Percy Jackson, Los Juegos del Hambre (por ese orden). Porque las sagas de libros me apasionan y reconozco que me vuelvo bastante obsesiva, lo que hoy en día conocemos comunmente como "friki" (y a mucha honra). Y es dicha obsesión lo que me llevó a querer empezar este blog tras ver muchos otros que circulan por internet.

Además me gusta mucho escribir, lo que también es muy importante por aquí. Pero no lo hago ni lo suficientemente bien, ni lo suficientemente comprensible para contentar a nadie. A todo esto súmale mi enorme vaguería y mi tremenda falta de tiempo.

Otro de los pilares que me sostiene es la música. He intentado aprender a la guitarra con desastrosos resultados. Pero es que no lo he intentado con suficientes fuerzas. De momento me conformo con ser una escuchante entregada, pero exigente. En mi lista de reproducción interna siempre podréis encontrar a Nirvana, The Beatles, My Chemical Romance, Arctic Monkeys, Green Day y la maravillosa música de Joe Hisaishi que ha hecho de mi vida un lugar mil veces mejor. Adoro el sonido del piano y del saxofón.

¿Qué más? Lo típico: me gusta ir al cine, ver series, viajar por los cinco confines del mundo... Y de vez en cuando lo hago: China, México, India, Nueva York, Grecia, Marruecos han sido algunos de mis destinos. La verdad en que ese aspecto puedo considerarme muy afortunada.

Otro dato: el año que viene cometeré la locura de estudiar Arquitectura siendo una dibujante bastante mediocre.

Twitter me tiene hipnotizada.

Además de todo eso aprovecho el tiempo que me sobra después de ir a clase y pasar ocho horas a la semana estudiando idiomas en pensar qué será de mí mañana.

Una última advertencia: cuidado con el que viene ahora.

En marcha

¡Esto ya casi está! Casi hemos terminado con los preparativos para el blog y dentro de poco nos tendréis por aquí escribiendo con algo más de orden y concierto. Pero lo primero es lo primero, por lo que, para organizarnos un poco, las próximas entradas serán las presentaciones de los de momento dos autores que participamos en el blog para que al menos sepáis algo de quiénes están detrás de la pantalla escribiendo estas letras.

Sin más demora, espero que no acuséis mucho la falta de información.

28 de enero de 2012

Señaladores con historia propia: Un príncipe con el que comienza el desenlace

Tenía que comenzar la sección con este señalador. O más bien debería decir que es debido a este señalador por lo que he comenzado la sección. ¿Cómo es eso?  Pues bien, estaba yo reorganizando todos mis papeles cuando he dado con él. Y yo no recordaba si quiera tenerlo, por lo que ha sido una verdadera sorpresa.

Además de todo ello, este señalador es muy importante para mí por todo lo que significa. Lo recibí, supongo porque ni siquiera recuerdo cómo lo conseguí, antes de leerme Harry Potter y el Príncipe Mestizo que resultó ser mi libro favorito de la saga. Con él comenzamos a descrubir la respuesta de muchas de las preguntas que nos habíamos formulado a lo largo de los cinco primeros. Y la historia crecía y alcanzaba una dimensión que nunca hubiera imaginado. Los personajes maduraban: Harry por fín conocía su misión, la tensión entre Ron y Hermine se hacía insoportable, Ginny se hacía presente y de que manera.

[SPOILER]

Y el final, menudo final, la muerte de Albus Dumbledore (posiblemente mi personaje favorito) que nadie se esperaba, nos dejó con la boca abierta y con los ojos anegados de lágrimas. Dumbledore era para mí ese personaje que nunca moriría y estaría allí siempre para guíar los pasos del trío y de repente se quedaban sólos y luchando a tientas. Además se confirmaban nuestras sospechas acerca de Snape (o eso creíamos).

[CIERRO SPOILER]

En definitiva se acercaba el final de esta decir-maravillosa-se-quedaría-corto saga. Y el séptimo libro aún nos guardaba muchísimas sorpresas.


Bueno, creo que no hace falta decir que este pasa a ser mi  señalador preferido y que lo guardaré siempre con mucho cuidado porque lo considero un verdadero tesoro.






Que extraño se hace ver la lista
sin Las Reliquias de la muerte, ¿verdad?














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